lunes, 17 de octubre de 2011

XVI mensis Octobris Annum Domini, MMXI Turdetania Generis (55 Km)

Este fin de semana mis zapatillas me llevaron a tierras Turdetanas, por lo que lo 1º que hice fue tirar de “San Google” y más concretamente de Wikipedia, y este fue el resultado:

Los turdetanos fueron un pueblo íbero que habitaba en la Turdetania, región que abarcaba el valle del Guadalquivir desde el Algarve en Portugal hasta Sierra Morena, coincidiendo con los territorios de la antigua civilización de Tartessos.

La II Edición del Trail de Turdetania (55 Km), tenía como mayor innovación que el recorrido pasaba por ell centro del pueblo de Castilblanco de los Arroyos, lo que (a algunos) nos daría la oportunidad de comernos el sándwich con una fresquita Cruzcuarius.

Antes de la salida ya empezaron a divisarse las primeras unidades de corredores/marchadores provenientes de lejanas tierras, allí estaban muchos compañeros Susmurais, de los cuales omito nombres por miedo a olvidar a alguien, como siempre fue una alegría el poder verlos y charlar de los objetivos que teníamos cada uno y de las estrategias que íbamos a intentar llevar en esta durilla carrera.

La mañana se presentaba fresca, y aunque aún no había amanecido se veía que el cielo iba a depararnos un sol de justicia. Así con los nervios más propios de un chiquillo que de un cincuentón (parece mentira que uno ya vaya por los 50 y siga antes de la salida con nervios) esperamos el pistoletazo de salida, el cual se retrasó 15 minutos y allá por las 08:15 comenzó la aventura.

De seguida los 300 y pocos atletas se pusieron a correr, así que colmándonos de paciencia, a los pocos metros ya teníamos el coche escoba con nosotros. Mi estrategia era sencilla, esta carrera era para comprobar las capacidades tanto de marcha como de sufrimiento de mi esposa Cai-Woman, por lo que tenía que tener mucha paciencia y no pensar en mi, sino en sus posibilidades, tarea muy difícil, pues siempre piensas que la otra persona puede dar algo más y corres el riesgo de “quemarla”.

La prueba se puede dividir en 3 partes bastantes diferenciadas:

-Guillena – La Taberna

Esta 1ª parte, es un continuo rompepiernas, pero no es duro, es muy llevadero, son unos 20 Km que una vez abandonado el pueblo discurre por una pista ancha a caballo del Embalse Gergal, el cual dejamos siempre a nuestra derecha. Así llegamos hasta el 1º punto de avituallamiento, La Taberna. La Taberna es un Bar con zona de descanso muy usado por los ciclistas de MTB para tomar sus refrigerios.

Esta parte esta bien protegida del sol, por su arboleda y al ser paisajística y no llevar todavía acumulación de Kilómetros, digamos que es la parte más bonita.

-La Taberna – Castilblanco de los Arroyos

En la 2ª parte del recorrido es donde nos vamos a encontrar las 2 únicas pendientes duras de todo el recorrido.

Nada más salir del 1º avituallamiento, cogemos una bajada que nos lleva a cruzar el embalse y lo seguiremos un tramo pero ya por su otro lado, aquí comienza una subida de aproximadamente 200 metros de desnivel y 4,7 kilómetros de larga, de las 2 esta es la más dura, aunque también es cierto que todavía conserva algo de arboleda (por aquello de la sombra).

Acabada la subida, viene una bajada que nos lleva hasta el Embalse de Castilbanco de los Arroyos, donde después de cruzarlo acometemos la 2ª y última subida de unos 158 metros de desnivel y 5,8 kilómetros de largo, muchísimo más llevadera en cuanto a tantos por ciento, pero ya la falta de vegetación hace que aparezca el temido sol sevillano.

Subiendo, subiendo llegamos al pueblo, donde nos espera el 2º punto de avituallamiento. Allí nos comimos el sándwich con una Cruzcuarius en un bar que más bien parecía el salón de casa de mi abuela, eso sí, la señora amable como ella sola.

-Castilblanco de los Arroyo – Guillena

A partir de aquí, afrontamos la parte más tediosa de la carrera, unos 20 Km hasta Guillena, por el Camino de Santiago, que una parte del mismo es por un sendero a caballo de la carretera, otro por un sendero con unas trialeras “incomentibles” y una parte final que parece que nunca llega.

Para rematar la faena ya a escasos metros del campo de futbol (Meta) teneos que cruzar un río, que si bien no es profundo pero si es ancho, aquí tienes 2 opciones o te descalzas o mandas todo a “tomar por c…” y dices aquello de “para lo que me queda en el convento, me …..” y ya tiras palante.

En ese momento y después de cruzar fue cuando ví que Cai-oman empezaba a llorar, no se si de cansancio… o de alegría…. Aunque más bien creo que era lo segundo, pensando en la manta de palos que me iba dar por haberla metido en tan gordo fregao.

Aunque bien es verdad que todo se olvida cuando ves el anillo olímpico (algo más chico claro) con la música “We are the champions”, con la megafonía coreando tus nombres, con una ALFOMBRA ROJA que te llevaba hasta la meta, en donde nada más cruzarla tenías un pódium te entregaban el trofeo “Turdetano” y no paraban de tirarte fotos, tanto la Organización como los amigos. IMPRESIONANTE.

Prueba bastante dura, pero que yo aconsejaría a todo aquel que le gusta la naturaleza y las distancias largas, sobre todo por la exquisita ORGANIZACIÓN (con mayúsculas) de la que hicieron gala en todo momento, desde la entrega de dorsales del día de antes, hasta la comida final.

No me enrrollo más, con la satisfacción de haber conseguido la meta, que no era otra que poner a prueba a mi mujer y el haberlo conseguido con éxito, me despido con otra “suelta de ladrillo”, no sin antes agradecer a dos amigos de San Fernando, el haberme llamado para preocuparse de como íbamos y de como nos fue.

Antonio Sánchez / Esteban Choquet Gracias.






Cai.man

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